des-con-fiada
Y digo yo... ¿por qué no se dirá sin-fiada, que es lo que tiene sentido?
Bueno, soy feliz. TENGO MI ORDENADOR!!! Y... sí! Todo está bien: funciona todo, no faltan cables, ni piezas ni nada! Yo, que estaba convencida de que me iban a engañar. Soy des-con-fiada. Lo reconozco. Soy escéptica y tengo querencia por el pesimismo. Odio ser así, pero es mi sino de momento. SIEMPRE que compro algo medianamente importante, me recorre un chispazo de odio hacia el vendedor. VEO que está controlándose para no frotarse las garras delante de mí. SIENTO la venta como una derrota. Qué tontería, verdad? No debería ser así, yo debería ponerme supercontenta porque el vendedor me ha dado la oportunidad de ser feliz, poniendo a mi alcance un objeto prescioso que yo deseaba tener. A cambio, yo le he dado un dinerito que a él también le ha debido de poner supercontento. Y así, todos supersontentos. Pues no. No puedo verlo así. Yo planto mi cara de poker y mantengo las distancias. No me creo nada de su simpatía, de sus argumentos, no me creo nada de nada. Me niego a dejarle creer que ese est'upido curso de ventas y lenguaje corporal que le han impartido en una semana le sirve para lidiar conmigo.
A mí la felicidad me llega en mi casa, luego, en la calma de mi intimidad. No la comparto con el vendedor. La comparto con mi novio, previa comprobaci'on de que el vendedor no me ha timado, claro está.
Bueno, soy feliz. TENGO MI ORDENADOR!!! Y... sí! Todo está bien: funciona todo, no faltan cables, ni piezas ni nada! Yo, que estaba convencida de que me iban a engañar. Soy des-con-fiada. Lo reconozco. Soy escéptica y tengo querencia por el pesimismo. Odio ser así, pero es mi sino de momento. SIEMPRE que compro algo medianamente importante, me recorre un chispazo de odio hacia el vendedor. VEO que está controlándose para no frotarse las garras delante de mí. SIENTO la venta como una derrota. Qué tontería, verdad? No debería ser así, yo debería ponerme supercontenta porque el vendedor me ha dado la oportunidad de ser feliz, poniendo a mi alcance un objeto prescioso que yo deseaba tener. A cambio, yo le he dado un dinerito que a él también le ha debido de poner supercontento. Y así, todos supersontentos. Pues no. No puedo verlo así. Yo planto mi cara de poker y mantengo las distancias. No me creo nada de su simpatía, de sus argumentos, no me creo nada de nada. Me niego a dejarle creer que ese est'upido curso de ventas y lenguaje corporal que le han impartido en una semana le sirve para lidiar conmigo.
A mí la felicidad me llega en mi casa, luego, en la calma de mi intimidad. No la comparto con el vendedor. La comparto con mi novio, previa comprobaci'on de que el vendedor no me ha timado, claro está.
7 comentarios
Joserra -
ace76 -
Será por pachorra, optimismo o confianza en la gente, pero yo compro las cosas con alegría. Total, lo mío siempre sale así:
-Compro un aparato estupendo, maravilloso, que deseo con toda mi alma, ya sea un ordenador portatil o una cadena de música.
-En cuanto lo desembalo, nada más encenderlo, o a la semana, algo va mal.
-Suspiro y voy a la tienda. Me dan otro.
-El otro funciona, pero nunca funciona bien del todo... Pero a estas alturas ya me conformo, porque me doy cuenta de que, si no, no compraría nada.
Joserra -
esti -
Joserra -
Inakov -
Lo des - confiado está bien, ¿no?. Es que no confía. Como el des - cafeinado, que no tiene cafeína. Je, je.
Anauel -
Puff, y es la hostia, porque no te quedas tranquilo ni aunque te lo juren, eh? jeje