ob-sol-eto
Jimena nació en diciembre, y Elena nos mandó una foto vía móvil. Después, sólo silencio. Entre que se estaba recuperando de un parto difícil, y se estaba adaptando a vivir con una persona nueva que lo único que hacer es necesitar las 24 horas del día, sin descanso... Elena desapareció hasta la semana pasada. Llamó, Que vengáis a comer a casa (vive bastante apartadilla, en la Sierra). Y yo, que me muero de ganas de ver a Jimena, que he presenciado el crecimiento de la barriga de su mamá y por tanto su paso del no-ser al ser (aunque hubiera una capa de piel entre nosotras)... pues sólo he podido pensar: ¿Y qué hago yo ahora con estos patucos taaaan monos? Ya no creo que le sirvan, ¿no?
5 comentarios
Inakov -
Por cierto, yo creo que sí que le valdrán.
Joserra -
Joserra -
ace76 -
Anónimo -